Si no eres de la ciudad no conoces el trafico que se junta cada mañana al salir de casa y cada tarde al regresar.
Si no eres de la ciudad nunca haz visto las calles llenas de desamparados durmiendo en casas de cartón y cobijándose con periódicos. Si no eres de la ciudad no conoces los rascacielos que se estiran tan altos que parecen tocar el cielo.
Si no eres de la ciudad nunca haz visto los autobuses pasar cada media hora repletos de gente.
Si no eres de la ciudad no conoces el ruido de los coches que pasan a diario enfrente de tu casa.
Si no eres de la ciudad nunca haz visto la desconfianza que se ve en cada persona que pasa cerca de ti.
Si no eres de la ciudad no conoces la diversidad al escuchar varias lenguas y disfrutar de numerosos eventos festivos de diferentes culturas.
Si no eres de la ciudad nunca haz visto un sin fin de personas que van y vienen sin siquiera notar tu presencia.